Manolis Anagnostakis

(Tesalónica 1925 – Atenas 2005) pertenece a la llamada Primera Generación de Posguerra, también conocida como Generación de la Derrota. A estos escritores les tocó vivir tanto la ocupación alemana (1940-1944) como la fratricida guerra civil griega (1944-1949), por lo que tienen como característica común la preocupación por la cotidianidad y el sufrimiento desde una postura existencialista, abandonando las inquietudes sobre la renovación estética, el sentido del helenismo y la tradición propias de la Generación de 1930.

Perteneció a la resistencia durante la ocupación nazi, y por ello fue encarcelado en 1943, y posteriormente, durante la ocupación alemana, militó en el partido comunista, a cuenta de lo cual fue juzgado y condenado a muerte en 1949, hasta que en 1951 se benefició de una amnistía y fue puesto en libertad. Estos hechos marcaron su personalidad para siempre. En este marco se encuadran sus poemarios Épocas (1945) y Épocas 2 (1948) y crea la revista Comienzo (Xekínima) (1944).

Durante el decenio 1950-1960, tras la derrota de la izquierda en la guerra civil, los intelectuales socialistas sufren la censura y son neutralizados, quedando sin posibilidad de expresarse ni política ni intelectualmente, por lo que tienen que recurrir a una escritura de carácter opaco, de expresión simple, sin ornamentos y basándose en el enigma. Son las características esenciales de la literatura de esta generación, post-realista y post-simbolista llamada «de la angustia». De esta década datan los poemarios Épocas 3 (1951) y La continuación (1954), y en 1959 crea la revista Crítica (Kritikí). En 1962 aparecería un tomo de título Los poemas (1941-1956), que recogía toda su obra anterior, incluyendo, además, las colecciones Paréntesis y La continuación 2, publicando asimismo La continuación 3.

En 1967, un grupo de coroneles se hace con el poder hasta 1974, época durante la cual Anagnostakis se adhiere a la oposición de intelectuales contra el régimen. Con este fondo, aparece El Objetivo (1970), en 1978 Antidogmas, artículos de temática político-cultural, y en 1979 El margen 68-69.

Su obra está marcada por el tiempo y la necesidad de expresión, por la sensación de impotencia, de melancolía y de un pesimismo expresado con angustiosa ironía, por un estilo antilírico y simbólico, sin abandonar la lucha idealista del que se sabe derrotado.